Casi todos nos enfrentamos al estrés a diario. Su agarre húmedo y familiar hace estragos en nuestro interior: nos sudan las palmas de las manos, se nos acelera el corazón, se nos hace un nudo en el estómago. Nadie es inmune. En casa, en el trabajo, en la escuela, el estrés puede abrumarnos porque las reacciones bioquímicas inducidas por el estrés a menudo escapan a nuestro control. Son una respuesta automática a un estímulo externo o interno que pone a nuestro cuerpo en alerta máxima. Y en nuestro ajetreado mundo, el estrés nos rodea.

Sobre el estrés

Como la mayoría de las funciones fisiológicas, el estrés tiene un papel favorable o protector en nuestras vidas. Cuando nos encontramos en peligro, las glándulas suprarrenales liberan fuertes hormonas del estrés, como el cortisol y la adrenalina, para darnos la energía y la fuerza que necesitamos para sobrevivir. La respuesta de lucha o huida ha sido muy útil para la humanidad, hasta hoy.

¿A qué se debe este cambio repentino? Algunos expertos creen que el ritmo frenético de la vida moderna y todos los factores estresantes a los que estamos expuestos nos han colocado en una situación de emergencia infinita, en la que las hormonas del estrés recorren nuestro organismo cuando no las necesitamos. Este prolongado periodo de estrés crónico puede tener repercusiones a corto y largo plazo en nuestra salud. Uno de ellos es el mayor riesgo de que desarrollemos un trastorno de ansiedad.

¿Lo sabías?

Más de 40 millones de adultos padecen un trastorno de ansiedad, la enfermedad mental más frecuente en Estados Unidos. La mayoría recibe tratamiento en forma de potentes medicamentos de venta con receta desarrollados para tratar la depresión y trastornos afines. Aunque populares, estos medicamentos que alteran el estado de ánimo tienen una larga lista de efectos secundarios graves, incluida la toxicidad. En realidad, casi el 30% de muertes por sobredosis en EE.UU. Con cifras como ésas, no es de extrañar que un grupo cada vez mayor de personas que sufren estrés se decante por los suplementos naturales.

Está claro que tendremos que descubrir una forma de manejar nuestro estrés que no implique el uso de medicamentos adictivos y potencialmente mortales. Tanto la meditación como el ejercicio han demostrado ser capaces de inducir la liberación de hormonas que reducen la ansiedad. Sin embargo, no pueden combatir las hormonas del estrés que ya están en nuestro organismo. Para controlar el cortisol y la adrenalina desde dentro, tendremos que combatirlo desde fuera, a través de la alimentación. Una opción de tratamiento popular y eficaz es un suplemento nutricional llamado fosfatidilserina.

¿Cómo funciona?

Un producto químico muy importante que está en cada célula del cuerpo humano, la fosfatidilserina desempeña un papel integral en el mantenimiento de la construcción celular, particularmente en el cerebro. Al mantener los miles de millones de células nerviosas en nuestras mentes seguro y saludable, el suplemento nutricional les ayuda a terminar sus funciones de transmisión de señales. Una de las numerosas ventajas de esta actividad es la mejora de la memoria, que se ve comprometida con la edad, los traumatismos o las enfermedades. Dado que el cuerpo no produce suficiente cantidad del compuesto por sí mismo, tenemos que obtener la fosfatidilserina de diferentes fuentes, como y suplementos dietéticos.

Además de mejorar la memoria, los ensayos clínicos también descubrieron que la fosfatidilserina ayudaba a aliviar el estrés psicológico y emocional. Este descubrimiento repentino indicaba que el suplemento podía ser útil para tratar trastornos de ansiedad. Huelga decir que fue necesario realizar más pruebas. En el último recuento, se han realizado 3.000 trabajos de investigación y 60 ensayos clínicos sobre los beneficios y la función de la fosfatidilserina, lo que la convierte en uno de los suplementos más estudiados. Después de las ventajas cognitivas, el hallazgo más frecuente fue un impacto positivo en el estado de ánimo cuando se ponía a los sujetos de prueba en situaciones estresantes.

Estas observaciones e informes fueron confirmados por reducciones significativas de las hormonas del estrés en sujetos que tomaban 400 mg al día de fosfatidilserina. Concretamente, un estudio descubrió que el nutriente ayudaba a reducir la ansiedad en adultos jóvenes, ya que les ayudaba a regular mejor los cambios en los niveles de cortisol. Esta observación fue corroborada por otro estudio que descubrió que la fosfatidilserina mantenía comparativamente bajos los niveles de cortisol desencadenados por el ejercicio y la tensión muscular.

Factor hormonal

Dado que los niveles elevados de cortisol durante periodos prolongados pueden provocar numerosos problemas de salud, como hipertensión, enfermedades cardiovasculares y nos obliga a controlarlos cuando están bajo . Aunque su mecanismo de acción es poco conocido, las pruebas han confirmado que la fosfatidilserina puede ayudar a reducir los niveles de cortisol, lo que podría ayudar a aliviar la ansiedad al provocar la liberación de sustancias químicas que alivian el estrés como la serotonina y la . Como hemos dicho, este nutriente se encuentra en todas las células de nuestro cuerpo, lo que hace que su consumo regular sea totalmente seguro.

Los únicos efectos secundarios notificados son problemas estomacales leves de usuarios que tomaron más de la dosis recomendada, que puede ser de 400-600 mg diarios, según la mayoría de las fuentes. También hay que tener en cuenta que existen fuentes alimentarias naturales de fosfatidilserina, como el arenque, el atún, las almejas de concha blanda y las judías blancas. Sin embargo, el estadounidense típico ingiere mucho menos de la dosis recomendada: sólo entre 75 y 184 mg al día, según la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA).

Conclusión:

Por lo tanto, la suplementación es una opción atractiva para la mayoría de la gente. La fosfatidilserina, un remedio seguro, natural y aparentemente eficaz contra el estrés, es una alternativa cada vez más popular a los potentes medicamentos de venta con receta. Al controlar el cortisol hasta niveles saludables, este nutriente ayuda a prevenir multitud de problemas de salud, desde enfermedades cardiacas hasta diabetes e hipertensión. . And of course the fact that phosphatidylserine acts as a neuroprotective in the mejorar la memoria y el recuerdo en pacientes con deterioro cognitivo.