Aunque nos gusta pensar que somos seres racionales, en realidad nuestra vida se rige por las emociones. Las emociones nos alteran, nos impulsan, nos intimidan y nos inspiran. Nos mueven a actuar o nos paralizan en la ansiedad, la angustia y el miedo. Por ello, es natural ser algo cautelosos con las emociones y hacer lo posible por evitarlas o mantenerlas a raya. Sin embargo, debido al poder real de las emociones, aprender a comprenderlas y a relacionarte con ellas de un modo más consciente, intencionado y capacitado es crucial para vivir una vida de mayor paz, amor, logros, disfrute y metas.
Factor emocional
Aquí tienes tres claves para transformar tu experiencia emocional. Por ejemplo, cuando respondes emocionalmente con estrés, ansiedad y angustia que esto provoca una respuesta de estrés en tu cuerpo. Las hormonas del estrés toman a través de usted, inhibiendo su mayor cerebro funciones, elevando su corazón la frecuencia cardíaca y la respiración, desviando la sangre de los órganos internos a las extremidades y apagando el sistema inmunitario. sistema inmunológico en favor de enviar energía a tus músculos para la actividad. Si estas condiciones de ansiedad persisten a largo plazo, tu cuerpo empezará a descomponerse. No realizarás ni siquiera las funciones más sencillas, como respirar y digerir, de forma eficiente o eficaz.
Estrés crónico también inhibe tu capacidad para pensar con claridad, crear soluciones y relacionarte con los demás con empatía. Por lo tanto, es absolutamente fundamental que aprendas a anular la reacción de estrés de tu cuerpo fomentando la relajación consciente y la paz interior. Ya sea tomándote un descanso y dando un paseo por la naturaleza, dedicando tiempo al recreo con tus seres más queridos o estudiando y practicando las habilidades de la meditación, es absolutamente crucial que tomes parte activa para que tu cuerpo deje de estar estresado cuando surgen emociones fuertes. Aunque es vital aprender a calmarse y relajarse a ti mismo, es igual de importante no dejar de lado tus emociones.
Recuerde
Tus emociones son una fuente inestimable de consejos, en cuanto aprendes a leer su lenguaje. Dentro de cada experiencia psicológica hay una semilla para aumentar la autoconciencia y el aprendizaje superior. Para ello, primero tendrás que tomar conciencia de la emoción concreta que estás sensación. Esto requiere aceptar lo que sientes por completo, sin juzgarlo. No siempre es fácil. Sin embargo, comprueba si eres capaz de dar un paso atrás y darte cuenta de lo que sientes. Comprueba si puedes romper tu identificación con ello. Dicho de otro modo, entiende tu emoción como un consejo, no como algo que define quién eres.
Cuando nos identificamos con nuestras emociones, nos vemos atrapados y arrastrados por ellas. Nos montamos en la montaña rusa de la emoción, que puede parecer aterradora y fuera de control. En lugar de eso, comprueba si eres capaz de etiquetar tu emoción y detectarla como una sensación en tu cuerpo. Comprueba si eres capaz de adoptar un enfoque investigador. Sé curioso. Al hacerlo, quizá te des cuenta de que puedes sentir tus emociones sin que te absorban. ¿Y si tu vida es como un laboratorio en el que tus experiencias psicológicas son los datos en bruto? Comprueba si puedes reconocer patrones en la información de tus sentimientos, entender qué los inspira y ver qué te están pidiendo que realices, hagas o conquistes. Cuando muestres compasión y aceptación hacia ti mismo en tus propias experiencias psicológicas, naturalmente empezarás a aceptar y tener empatía hacia los demás en sus propias experiencias emocionales, también.
Conclusión:
Las emociones están aquí para instruirnos a salir de nuestro pequeño sentido de nosotros mismos hacia un amor y una sabiduría más profundos. A medida que aprendes a descubrir el significado y el propósito de tus propias emociones, éstas se convierten en mensajes que dirigen tu vida. Aunque los sentimientos incluyen mensajes significativos, también incluyen energía para hacer algo. Esto es cierto tanto para las llamadas emociones "negativas" como para las "positivas". ANGER surge cuando tú, o alguien o algo que amas, se ve amenazado y necesitarás tomar acciones de protección o especificar un límite firme. La TRISTEZA surge cuando necesitarás desprenderte de lo que ya no te sirve o de lo pasado, para que sea posible avanzar. El MIEDO parece impulsarte a tomar acciones preventivas. La ALEGRÍA te empuja hacia una actividad expansiva, expresiva y creativa. La COMPASIÓN te impulsa a ocuparte de los demás. Así pues, cada emoción tiene un MENSAJE y una ENERGÍA para llevar a cabo un determinado tipo de acción. Comprender tus emociones te permite recibir esos mensajes y llevar a cabo esas acciones.